martes, 24 de marzo de 2009

Lo que el viento se llevó

Si digo que ya me olvidé de él, estoy mintiendo. Y no porque me siga gustando, no porque siga pensando en él, no porque se lleve mis noches. Si no, por el simple hecho que todavía me acuerdo de él. Y más en los últimos días.
Porque tanto nos esforzamos, tantas vueltas dimos para darle un final a esto por miedo a que se corte la buena onda, ¿para qué?. Para que de un día para el otro hagas como que no sabés quien soy, para que me elimines de tu vida, de tal modo que ya no quedan rastros tuyos en la mía, lo único que tengo es un número de celular al que jamás voy a mandar un mensaje porque, aunque vos no te lo merescas porque no actuaste de la mejor manera, te respeto. Voy a respetar tu espacio.
Realmente no entiendo por qué vuelvo con todo esto. Pero como ya dije, en los últimos días viniste a mi mente. En los últimos días me acordé de vos y pensaba que era de tu vida, qué lástima que todo se haya cortado tan mal. Qué lástima que hayas manejado todo tan mal. Porque así no se manejan las cosas y así no se solucionan los problemas. Aunque, por lo poco que sé de vos, te está llendo bastante bien.
Ojalá que algunas vez te cruze, y ¿sabés qué?. Te voy a hacer en tu propia cara lo que vos, como cobarde, me hiciste a mis espalda y sin que yo me diera cuenta: te voy a ignorar. Porque, después de todo, es lo que querés y lo que te merecés.
En fin, todo vuelve.

jueves, 19 de marzo de 2009

Es así

Lo viejo me aburre
Lo nuevo me asusta

martes, 10 de marzo de 2009

Algo desordenado sobre la FELICIDAD

La gente quiere ser feliz. Y a la felicidad hay que vivirla. O por lo menos intentar vivirla.
Uno confunde la felicidad con las felicidades, con ciertos momentos transitorios de dicha o alegría. LA FELICIDAD ABSOLUTA NO EXISTE. Existen pequeños instantes de felicidad, o alegrías fugaces, que, si se consigue perfeccionarlos en la memoria, pueden ayudar a vivir durante muchísimos años.

{Oraciones desordenadas, extraídas de "Literatura y felicidad", de Abelardo Castillo}

viernes, 6 de marzo de 2009

Lo nuevo

Estoy en una etapa rara en este momento. Ya no estoy en la escuela y mucho menos de vacaciones. Tampoco se puede decir que YA empezé la facultad, ya que es el Preuniversitario lo que estoy transitanto. Digamos que es una etapa de adaptación. Una etapa para conocer un poco más acerca de la carrera que elegí, y, por así decirlo, una etapa que me muestra lo que voy a hacer el resto de mis días. Porque si no me equivoqué, esto que elegí es mi vocación.
Por otro lado, es sabido que me gusta conocer gente, y eso es otras de las cosas que estoy haciendo. Conociendo a mis compañeros, a los que van a estar conmigo durante todo el año y adaptándome a ellos. Digo adaptándome a ellos porque ellos ya no son mis RAA, ni mis compañeros que conosco desde los cuatro años. Yo estoy acostumbrada a que ASÍ SOY YO y que si entra alguien nuevo, se adapte a mí porque los demás ya me conocen y vos sos el nuevo, y si te gusta bien y si no, bueno, mala suerte, no iba a cambiar por una persona. Pero acá somos todos nuevos. Acá ellos se adaptan a mi y yo a ellos.
Además, si, extraño a mis amigas. Pasé de verlas todos los días a que en una semana no las vi ni una vez, y si hablé por teléfono con un par de ellas, fue mucho. Y ahora estoy callendo en que ya no voy a ver a nadie más de mis otros amigos o conocidos. Porque yo estaba acostumbrada a "bueno, no te vi en tres meses, pero ahora te vuelvo a ver, ya fue", y ahora estoy callendo en la cuenta de que esto ya no es así. Si no te vi en tres meses en los que estaba al pedo, ¿cómo pretendo verte ahora?. Tampoco te voy a ver ni en cinco, ni en ocho meses y andá a saber si no va a pasar un año. O, en los peores casos, nunca más.
Pero bueno, lo más bueno de todo esto es que al fin ocupo mi cabeza en cosas importantes, y no tengo que usar mi tiempo al pedo comiéndome la cabeza por personas que NI piensan en mí o haciéndome problema por cosas superficiales que a la larga, carecen de importancia.
Así que bueno, creo que de esta nueva etapa, la balanza tira más para el lado positivo que para el negativo, y eso me pone de muy buen humor y me hace sentir bien, aunque mi vida no tenga demasiada acción ni nada por el estilo.